Violencia, expulsión o exclusión: algunas de las participantes en la conferencia de mujeres de Mission 21 las han vivido en primera persona, otras se enfrentan a ellas en su trabajo diario. Mujeres y hombres de todo el mundo se sentaron en la Grossratssaal de Aarau el 13 de junio. En la conferencia de mujeres, combinaron sus historias personales con mucha experiencia, y con el objetivo de apoyar a las mujeres en circunstancias difíciles.
En cinco talleres dirigidos por expertos internacionales se estudió cómo podría ser este apoyo. Por ejemplo, Suzan Mark, responsable del ministerio de la mujer de la Iglesia de los Hermanos de Nigeria, socio de Mission 21.
"Todo estaba como si hubiera sido borrado"
Junto con la activista sudafricana por la paz Fatima Swartz, Suzan Mark dirigió un taller sobre el trabajo con traumas. Ambas mujeres han vivido situaciones traumáticas y se han propuesto ayudar a las personas traumatizadas.
Suzan Mark describió cómo tuvo que huir tras un ataque de la milicia terrorista Boko Haram. "Sólo tenía la ropa que llevaba puesta, tuve que dejar todo lo demás", dijo. "Todo lo que había construido en mi vida se esfumó". Aprendió a reconocer su trauma como tal, a vivir con él y a superarlo. Y estudió los métodos que pueden utilizarse para ayudar a las personas traumatizadas. Hoy trabaja con mujeres en Nigeria que han tenido que huir de Boko Haram.
"Pasar de una solución a otra"
Los otros talleres también trataron sobre la huida, el desplazamiento y la migración. Se trabajó en títulos como "Ética del cuidado", "Las mujeres refugiadas obtienen espacio" y "Empoderamiento de las mujeres migrantes laborales". El fundamentalismo religioso también fue un tema.
La directora de Misión 21, Claudia Bandixen, pidió a los presentes en su discurso de bienvenida que "no pasen de un problema a otro, sino de una solución a otra" en relación con la migración y el trato con los extranjeros. Los informes de la conferencia de mujeres fueron la prueba de que muchas mujeres y hombres de los países asociados a Mission 21 lo hacen en su trabajo diario, incluso en las condiciones más difíciles.
Texto: Miriam Glass
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