Las corporaciones y empresas suizas también deben cumplir las normas sociales y medioambientales en el extranjero. Este es el objetivo de la Iniciativa de Responsabilidad Corporativa. Los promotores quieren anclar esta exigencia en la ley como una obligación exigible.
La iniciativa es muy controvertida. Esto ya es evidente en la discusión de una contrapropuesta indirecta en los Consejos Federales, que lleva meses. El 13 de junio, el Consejo Nacional volvió a aprobar una contrapropuesta indirecta a la Iniciativa de Responsabilidad Corporativa por 109 votos a favor y 69 en contra. Prevé que las empresas suizas sean responsables de las violaciones de los derechos humanos y de los daños medioambientales causados por sus filiales en el extranjero. Para ello, la ley debe contener obligaciones de diligencia debida y normas de responsabilidad.
Señal a la política
Ahora la pelota está de nuevo en el tejado del Consejo de Estados. En una primera ronda, había rechazado una contrapropuesta. Está completamente abierto si el Parlamento Federal puede acordar finalmente las normas. Depende de la decisión de los concejales si la comisión de iniciativas retira la iniciativa o si se somete a votación.
La iniciativa cuenta con un fuerte apoyo en los círculos eclesiásticos. Más de 60 congregaciones eclesiásticas y más de 60 organizaciones envían una señal a los políticos en la plataforma "Iglesia por la Responsabilidad Corporativa" o "Iglesia por KOVI" para abreviar. Mission 21 también es miembro de esta plataforma y apoya los objetivos de la iniciativa.
Mission 21 se compromete a permitir que las personas vivan con dignidad en 20 países de África, Asia y América Latina. Como miembro de la plataforma KOVI, Mission 21 apoya por tanto la preocupación de que las empresas suizas operen también en el extranjero de forma justa y respetuosa con el medio ambiente.
Texto: Christoph Rácz