Por primera vez desde 1990, el final de la dictadura militar de Augusto Pinochet, los militares chilenos volvieron a patrullar la capital, Santiago. El gobierno movilizó a 9.500 soldados ( ►Informe SRF) para acabar con el malestar social. Desde el viernes 18 de octubre, los manifestantes y la policía han protagonizado violentos enfrentamientos en Santiago. Las siete víctimas hasta ahora fueron asesinadas en saqueos.
El detonante de las manifestaciones fue el aumento del precio del billete de metro. Pero esta cantidad, comparativamente modesta, sólo fue el detonante que rompió la barrera del camello. Esto es lo que escribe Daniel Godoy en una declaración abierta. Daniel Godoy es el rector de la "Comunidad Teológica Evangélica de Chile" (CTE), organización asociada a Mission 21.
Situación de desesperanza
En su declaración titulada "La paz será el fruto de la justicia...", Daniel Godoy analiza las causas de las repentinas protestas. Los ve en el neoliberalismo, que marca la política económica y social en Chile. Escribe Godoy:
"Pero interpretar las reacciones y manifestaciones sociales sólo en función de la subida del precio del billete de metro es no ver la realidad básica en la que vive el país. Cada vez son más las personas que no pueden permitirse un tratamiento médico. Hay pensiones inferiores al nivel de subsistencia, salarios bajos y una comercialización de la educación. Cada vez hay más personas que sólo pueden encontrar trabajos mal pagados. La corrupción va en aumento, la delincuencia en general. Cada vez es más imposible, desde el punto de vista económico, que un número mayor de personas pueda ser propietaria de su vivienda, y el coste de la electricidad, el agua y el combustible también aumenta.
Vemos cómo se privatiza el país: El cobre y el litio, el agua, las centrales hidroeléctricas, el sistema de pensiones. (...) Esto ha llevado al país a una situación de asfixia y desesperanza. Las manifestaciones sociales son en parte una expresión de esta realidad. Son manifestaciones contra el modelo, el sistema, los abusos y, en gran medida, el estilo de gobierno".
Críticas a la violencia
Daniel Godoy también critica claramente la violencia, tanto los destrozos y saqueos que se han producido desde el inicio de las concentraciones como la vehemente reacción de las autoridades, la declaración del estado de excepción y el despliegue del ejército. Esto es sólo una expresión de la incapacidad de percibir las necesidades sociales.
Al igual que Daniel Godoy, Jorge Zijlstra también se entristece por la violencia en las calles de Santiago. Zijlstra es presidente de la Confederación Latinoamericana de Iglesias (CLAI), también organización socia de Misión 21. Dirige su carta como una carta abierta al presidente de Chile, Sebastián Piñera. El malestar es una reacción al hecho de que la población experimenta a diario escandalosas desigualdades. Es un riesgo ignorar este descontento social y ver el malestar sólo como un problema de seguridad y orden, dice.
Llamamiento al diálogo y a la oración
En sus declaraciones abiertas, Daniel Godoy y Jorge Zijlstra invitan a las autoridades a buscar el diálogo y a implicar activamente a la sociedad civil en la búsqueda de soluciones.
Piden que se rece para que Dios muestre a todas las partes caminos pacíficos para salir de esta difícil situación. Daniel Godoy escribe que todo el mundo debería rezar por el país y por todo el continente para que la solidaridad prevalezca y la justicia rija las acciones.
Texto: Christoph Rácz, Foto: zVg