"Desde hace casi cuatro meses, gracias a Misión 21, he podido vivir una experiencia increíblemente valiosa en el sur de Chile, mi actual hogar. Y ahora estoy sentada frente a mi ordenador e intento poner de alguna manera esta experiencia, o al menos parte de ella, en palabras. Al hacerlo, me encuentro borrando palabras y frases enteras una y otra vez. Tengo miedo de no hacer justicia a los sentimientos y pensamientos. Toda la experiencia en Chile es mucho más que una determinada disposición de palabras y no puede caber en un artículo. No obstante, intentaré compartir aquí una pequeña parte de mis sentimientos.
Estoy muy agradecido por todas las grandes personas que he tenido la oportunidad de conocer aquí. Mi personal está al frente de esto. Cada uno de ellos irradia una increíble alegría de vivir y honestidad. Son probablemente las mujeres más generosas que he conocido. En nuestro primer encuentro en Santiago, unos meses antes de empezar a trabajar, una de ellas me invitó a quedarme con ella todo el tiempo que quisiera.
Fue ella quien me recogió en la estación de autobuses a mediados de abril. En casa me esperaban una habitación y una cena perfectamente preparadas. Mi gratitud por este primer gesto y la sensación de estar en casa no se puede expresar con palabras. Desde el principio me sentí apoyada y acompañada, y ella, junto con los demás compañeros de trabajo, hacen que la sensación de soledad sea casi imposible. Al contrario: a veces no sé dónde poner todas mis emociones por mi gratitud y felicidad.
Al día siguiente, mi primer día de trabajo, los demás compañeros me esperaban con gran alegría y un enorme desayuno buffet. Cada uno de ellos me dio un abrazo de bienvenida tan sentido y sincero como el que sólo recibo y conozco en Suiza de mis amigos y familiares más cercanos.
Es precisamente esta honestidad, dedicación e infinita comprensión y empatía hacia sus homólogos lo que también se refleja en su trabajo. Ponen sus propias necesidades por detrás de las de los demás. Esto es probablemente indispensable para su orientación profesional: Transmiten sus conocimientos sobre desarrollo personal y hierbas medicinales a mujeres marginadas que han sufrido algún tipo de violencia en su vida, lo que les garantiza una mayor confianza en sí mismas.
Actividades con un grupo de mujeres.
Además, se comprometen a visualizar la violencia contra las mujeres en Chile y así dar el primer paso contra ella. Para ello han escrito una obra de teatro que representan en varias comunidades de la región para sensibilizar a las mujeres afectadas.
A través de su dedicación, me muestran lo que realmente importa en la vida y la dirección que quiero tomar para mi futuro. Por eso esta experiencia en Chile es tan valiosa para mí y lo será de por vida. Todos mis compañeros son un gran modelo para mi futuro y por eso, como todo el tiempo en Chile, tendrán siempre su lugar en mi corazón".
Texto e imágenes: Tabea Krebs, estudiante y miembro de PEP!ler en Chile
Este texto es un relato personal de experiencias y refleja no reflejan necesariamente la opinión de Mission 21.