De todas las comunidades religiosas de Nigeria, la EYN es la más afectada por los ataques y la violencia de Boko Haram. En total, la EYN cuenta con unos 1,5 millones de afiliados. Más de 700.000 de ellos tuvieron que huir, 8.370 miembros de iglesias y ocho pastores fueron asesinados. Las mujeres y las niñas siguen siendo secuestradas durante los ataques. 217 de las 276 niñas y mujeres secuestradas en Chibok eran miembros del EYN. Algunos de ellos siguen en manos de los secuestradores. 300 de las 586 iglesias de EYN han sido quemadas o destruidas.
Diálogo interreligioso
La lista de nombres de los asesinados, secuestrados y desaparecidos por Boko Haram es larga y dolorosa de escuchar. El EYN pide al gobierno que haga más por la seguridad de la población y permita el regreso de los desplazados a sus pueblos. Además, los estudios de religión cristiana deberían incluirse en la educación religiosa de las escuelas públicas; esto no se hace hasta ahora en algunas regiones del norte. La labor de paz interconfesional es especialmente importante porque el grupo terrorista islamista Boko Haram está dividiendo el país y abriendo una brecha entre musulmanes y cristianos.
Compromiso con la paz
Junto con los menonitas y la Sociedad de Amigos (cuáqueros), la EYN es una de las tres mayores iglesias de la paz. Por lo tanto, la construcción de la paz y el trabajo interreligioso forman parte del trabajo principal de la EYN. Mission 21 apoya esta labor en los proyectos sobre el terreno.
2023 será un año especial para la EYN: se cumplirán 100 años de la fundación por parte de los Hermanos Cristianos Misioneros de los Estados Unidos. Se espera que para entonces los miles de miembros de la comunidad desplazada puedan regresar a sus pueblos.
► Leer el informe completo de la rueda de prensa (PDF en inglés)