Una de las razones de esta situación puede encontrarse en las normas sociales. Indonesia es una sociedad predominantemente patriarcal. Como miembros subordinados de la sociedad, las niñas y las mujeres también sienten con más fuerza las consecuencias de la a veces gran pobreza. Por ejemplo, muchas niñas tienen que terminar su educación a los 15 o 16 años, se ven obligadas a casarse y tienen que trabajar en la agricultura y en el hogar. O son enviados al extranjero por sus familias como trabajadores migrantes para mantener a la familia con las remesas. Muchas mujeres sufren abusos o explotación y regresan a Indonesia traumatizadas.

Junto con la organización "Sapa Foundation" de Indonesia, defendemos los derechos de estas niñas y les permitimos encontrar su camino hacia un futuro autodeterminado con becas educativas.