Cada mañana, el Dr. Yakubu Joseph comienza con una oración de agradecimiento por estar sano y vivo. Estos días, este ritual es especialmente importante para él. Se han impuesto toques de queda en muchas partes del país, lo que ha afectado mucho a las personas vulnerables desde el punto de vista económico y sanitario.
De todos modos, la atención sanitaria en Nigeria es débil, sobre todo porque la élite busca tratamiento en el extranjero y apenas invierte en el sector. Las condiciones de vida estrechas y la pobreza favorecen aún más la transmisión. Los socios de Mission 21 sobre el terreno tratan de ayudar a las personas que corren más riesgo.
El Dr. Joseph supone que el número de infectados y muertos es elevado. Muchas personas no confían en los centros de aislamiento y tienen miedo a la estigmatización, explica. Las iglesias asociadas a Mission 21 intentan llegar a la gente a través de los medios sociales, como Facebook, para informarla y reconfortarla.
"La pandemia nos ha demostrado que la iglesia no es un edificio, sino que las personas son la iglesia", subraya el Dr. Joseph.
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