Fue en 2015 cuando Mission 21 llevó una campana -donada por nuestra organización de apoyo Basler Mission- a la aldea de Nchum, en el noroeste de Camerún, y la entregó ceremoniosamente. Desde hace años, la aldea se encuentra en uno de los focos absolutos de conflictos violentos entre el gobierno y los separatistas. Muchas casas han sido tiroteadas, muchas personas han sido asesinadas o han huido.
Pero la campana local puede seguir sonando. En medio de todos los sentimientos actuales de impotencia y dolor, esto parece una luz inesperada y una maravillosa señal de esperanza. En medio de todo el terror, la campana sigue en pie, nadie la ha robado ni dañado. Las personas que viven allí la tocan como un recordatorio del mensaje de amor y esperanza de Dios, y se aferran a la creencia en la coexistencia pacífica y justa.