La misoginia y los valores conservadores radicales vuelven a tener voz pública. La Unidad de Mujeres y Género de Mission 21 lleva años trabajando por la igualdad y contra la violencia de género. Lo hace junto con una amplia red internacional. Ejemplos de ello: A finales de abril, la Asamblea Continental Latinoamericana (Consejo Latino Americano de Iglesias), socio de Misión 21, sobre la violencia contra las mujeres en su reunión de Santa Cruz (Bolivia).
Compromiso conjunto contra la violencia de género
La asamblea está formada por miembros de iglesias y organizaciones no gubernamentales y también incluye una red continental de mujeres. Los temas de este año fueron los feminicidios (asesinatos selectivos de mujeres), que por desgracia están muy extendidos en América Latina. También se destacó la importancia del papel de los socios eclesiásticos en la sensibilización y la lucha contra la violencia de género. Muchos socios ya han tomado las medidas adecuadas. En una declaración (Declaración de Santa Cruz), se registró el compromiso conjunto con la justicia de género. Campañas internacionales en curso, como "Los jueves en negro", „16 días de activismo contra la violencia de género". y la acción lanzada por Mission 21 "Camino con" son los resultados de esta cooperación internacional. Estas acciones y campañas contribuyen a hacer más visible el problema de la violencia de género y a sensibilizar a un amplio público sobre este asunto.
Importancia de la cooperación ecuménica mundial
La importancia de las asociaciones internacionales es especialmente evidente en tiempos en los que se vuelven a cuestionar derechos largamente reivindicados. Mission 21, junto con otras cuatro organizaciones confesionales, lanzó en mayo de 2019 una publicación que aborda la regresión social en relación con los derechos de las mujeres e identifica medidas para contrarrestarla. La publicación fue editada por el Federación Luterana Mundial (FLM) se publicó. También estuvieron presentes en el acto de presentación representantes de la ONU y de ONG internacionales. Esto subrayó la importancia del tema y el papel y el trabajo de la comunidad ecuménica en todo el mundo. La contribución de las organizaciones religiosas es particularmente relevante cuando se abusa de la religión para violar o socavar los derechos de las mujeres, dijo María-Cristina Rendón, asistente del programa de la FLM para la justicia de género y el empoderamiento de las mujeres.
Capacitar a las mujeres y provocar el cambio a nivel local
Con talleres y sesiones de formación, numerosas iglesias asociadas, con el apoyo de Mission 21, garantizan la puesta en marcha de procesos a nivel local que empoderen a las mujeres y contrarresten el fundamentalismo. La publicación conjunta titulada "Afirmación de los derechos humanos de las mujeres - Recursos para organizaciones religiosas". muestra las oportunidades de cómo el intercambio y la cooperación a nivel internacional pueden utilizarse para iniciar y acompañar eficazmente el cambio real a nivel local. En Nigeria, por ejemplo, la organización asociada a Mission 21 está formando a mujeres para que participen activamente en el trabajo por la paz. Y la Iglesia Presbiteriana de Camerún, con el apoyo de Mission 21, está realizando una importante labor de concienciación sobre el VIH y abordando la violencia de género en talleres. Con su trabajo, las organizaciones religiosas también hacen una importante contribución al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la ONU: la igualdad de género (cf. Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible).
► Lea el artículo de la Federación Luterana Mundial (en inglés)